El glamour de la princesa Catalina frente al patinazo horroroso de las princesas Beatriz y Eugenia
En cuestión de protocolo el color blanco en un boda es exclusivo de las novias, a no ser que la invitación de los protagonistas indique lo contrario, pero la Princesa Catalina se ha saltado esta norma, su tono roto ha causado tanta sensación que la esposa de Guillermo se convirtió sin duda en la más elegante de la ceremonia.
La iglesia de Canongate Kirk fue testigo de un sin fin de outfit dignos de la familia Real Británica, donde los tocados fueron los protagonistas indiscutibles del evento. Todas y cada unas de las invitadas a la bodade Zara Phillips y Mike Tindall completaron su indumentaria con un decorado en sus cabelleras, cada una, por supuesto, partiendo de su estilo personal.
La Princesa Catalina fue una vez más la más acertada, aunque el tono de su atuendo fuese el blanco roto, un color en principio erróneo para un enlace, pero su elegancia y sofisticación bajo un abriguito brocado y un gran tocado circular a un lado con flores en distintos tonos en lo alto, que complementó con un cluth y unos zapatos del mismo color.
Junto a ella un elegantísimo Príncipe Guillermo ataviado con un frac con camisa azul de cuellos blancos, chaleco azul y corbata granate. Su hermano Enrique, por su parte, se decantó por una camisa blanca, chaleco crema y corbata azul.
«MÁS GLAMOUR Y ALGÚN QUE OTRO HORROR»
No solo Catalina puso el toque exquisito, la esposa del Conde de Wessex también ha eclipsado todas las miradas bajo un dos piezas en rosa palo y una gran pamela ladeada con una flor en lo alto.
Camilla, por su parte, que ha llegado acompañada del Príncipe Carlos, escogió el color claro para acudir a la ceremonia. Acertada con su abriguito con jaretas desde la cintura, su gargantilla de perlas causó sensación, aunque patinó con un gran tocado floral a modo de macetero.
Pero sin duda el color ha invadido el outfit de la Reina Madre y de las hijas de Sarah Ferguson. Mientras que Isabel II ha escogido el rosa chicle conjuntado con un sombrero de copa decorado con flores, las jovencitas han vuelto a hacer de las suyas, tal y como desgraciaron el decorado de la boda de los Duques de Cambridge.
Al ver las fotos de la víspera a borde de un yate todo hacía presagiar a que las hermanitas habían contactado con un estilista para quitarnos de la retina esos desafortunados outfit, pero parece que la fiebre glamourosa y juvenil les ha durado solo un asalto, porque los ceros han vuelto y con mucha fuerza.
Beatriz ha optado por enfundarse en una falda cortinera, con una chaqueta azul y un tocado a modo de parabólica caída en su cabeza. A decir verdad, sus zapatos de salón en color crema han sido los únicos en salvarse del merecido suspenso, porque ni tan si quiera ha sabido elegir el bolso apropiado para la ocasión.
Y su hermana Eugenia no fue menos. Esta se decantó por los tonos tierra, bajo una falda marrón chocolate y una chaqueta de corte pingüino con grandes botones, que complementaba al tocado en su cabeza que jugaba con los volúmenes más imposibles. Una vez más las hermanas han conseguido alzarse con los horrores más insospechados.
Fuente: www.lavanguardia.com
