Boda real: una fiesta sin aguafiestas
Los novios, invitados y las decenas de miles de personas que salieron a las calles de la capital británica para sumarse a las celebraciones de la boda real han podido disfrutar de buen tiempo -para tratarse de Londres- y de tranquilidad.
Por el momento no se han reportado mayores incidentes en las cercanías de la Abadía de Westminster, el palacio de Buckingham, ni en las calles por las que se desplazó el cortejo nupcial.
«Había comentado que este evento parecía un poco a una final de copa, pero es una final en la que todos van por el mismo equipo», comentó el enviado especial de BBC Mundo a la ceremonia, William Márquez.
«No hay desmanes ni comportamiento que se salga de las manos. La policía muestra amabillidad y disciplina, el público, a su vez, muestra respeto y compostura».
Las autoridades británicas para garantizar la seguridad de todos los asistentes, ante la posible amenaza deextremistas islámicos, nacionalistas irlandeses, antimonárquicos radicales, anarquistas o simples exhibicionistas dispuestos a aprovechar la ocasión.
Además de desplegar helicópteros, francotiradores y policías de paisano, las autoridades también le prohibieron acercarse a la ceremonia a cerca de 90 personas acusadas de desórdenes menores en las últimas semanas.
Y los temores por posibles protestas cerca de la Abadía de Westminster se redujeron significativamente luego de que el grupo extremista «Musulmanes contra las cruzadas» desistiera de convocar a una manifestación.
Según la agencia de noticias PA, esto también le quitó razones a la Liga de Defensa Inglesa, que había amenazado con una contraprotesta en el mismo lugar.
Arrestos y allanamientos
Los últimos arrestos preventivos de los que se tiene conocimiento se produjeron el jueves por la noche, cuando la policía capturó a tres personas que estaban planeando simular decapitaciones durante la boda real.
Durante el incidente también fue confiscada una guillotina.
Y los arrestados -dos hombres de 68 y 45 años, y una mujer de 68- fueron trasladados a una estación de policía del sur de la capital bajo «sospecha de conspiración para causar desorden público» durante la boda real.
Estos arrestos se produjeron además solo horas después de que la policía procediera al allanamiento de varios edificios ocupados ilegalmente, o squats.
Scotland Yard dijo que los allanamientos -que se tradujeron en el arresto de 19 «ocupas»- no estaban directamente vinculados con la boda, pero habían sido «adelantados» por causa de la misma.
Los mismos, sin embargo, fueron duramente criticados por un parlamentario del partido laborista, quien acusó a la policía de abuso de poder.
«Muchos de nosotros sentimos que (la acción policial) fue desproporcionada y que esta no es la forma de celebrar tan gozosa ocasión», dijo John McDonnell, quien representa a uno de los distritos de Londres donde se efectuó la operación.
Celebran hasta los republicanos
El espíritu festivo fue invocado incluso por algunos de los que se oponen a la monarquía, pues en lugar de convocar a una protesta, la organización Republic.org organizó una fiesta callejera para hacer oir su mensaje republicano.
«Aquí hay música, hay algo de comida, hay puestos donde por dos libras le venden a uno títulos de buena persona, que son una forma de burlarse de los títulos nobiliarios», explicó Natalia Pianzola, de BBC Mundo.
«Hay incluso una caja del tiempo donde se pueden dejar mensajes para la futura república, pues ellos están convencidos de que en 10, 15 años el Reino Unido será una democracia republicana», informó Pianzola.
Por diferentes razones, incluyendo las restricciones impuestas por las autoridades, la estrategia parece haber sido más efectiva que cualquier posible protesta.
Y parece sugerir que, para casi todos en el Reino Unido, este viernes ha sido sobre todo un gran día de fiesta.
Fuente: www.el-nacional.com
