El Big Ben inicia la cuenta atrás para Kate y Guillermo
Empieza la cuenta atrás en el Big Ben, el emblemático reloj londinense, para la boda del año. El viernes, el príncipe Guillermo y Kate Middleton contraerán matrimonio en un Londres engalanado para la ocasión y en el que ya acampan a sus anchas medios de comunicación de todo el mundo y admiradores de la familia real británica que quieren ocupar primeros puestos para no perder detalle. Hay riesgo de lluvia que obliga a mantener abierto el recorrido.
El diario «Sunday Mirror» ha desvelado cómo serán las primeras horas de Guillermo y Kate como matrimonio. Ya se conoce el lugar donde celebrarán la noche de bodas y el destino de su luna de miel, que será más corta de lo esperado: sólo dos semanas y en cuanto al país para pasar su luna de miel, finalmente el elegido ha sido Australia. Guillermo y Kate disfrutarán de la naturaleza en Lizard Island, donde podrán bucear en la Gran Barrera de Coral.
En cuanto a su noche de bodas, tendrá lugar en el palacio de Buckingham. Al día siguiente, sábado, es muy probable que pongan rumbo a la residencia real de Balmoral, donde podrán relajarse un par de días.
El príncipe Guillermo y Middleton firmarán el registro de matrimonio en la capilla de la abadía de Westminster, donde reposan los restos de Leonor de Castilla junto a los de su esposo, Eduardo I, y de otros reyes de Inglaterra. Será un breve momento privado que no captarán las cámaras de televisión en la llamada capilla de Eduardo el Confesor, aunque todavía se está discutiendo si se deja entrar a algún fotógrafo para los álbumes de ambas familias.
Tras un mes excepcional de sequía y temperaturas estivales que han hecho dispararse las alarmas por la contaminación en Londres, las lluvias podrían aguar este viernes la boda. A juzgar por el servicio meteorológico, que pronostica fuertes lluvias e incluso tormentas eléctricas para el viernes, los paraguas serán la nota, por lo que habrá que hacer cambios a última hora.
A dos días del evento más esperado del año, la «bodamanía» invade las calles británicas, con banderas colgadas en tiendas, pubs y restaurantes, además de carteles con las fotos de Guillermo y Kate y felicitaciones para la pareja. Como era de esperar en este país, un británico vestido con un traje de la «Union Jack» (la bandera del Reino Unido) y un gorro con la enseña nacional se ha instalado ya frente a la abadía de Westminster para tener la mejor vista del enlace.
Es John Loughrey, que no piensa moverse hasta el día de la boda y que se ha convertido en el primer espectador en ocupar un espacio.
La abadía de Westminster cerrará sus puertas al público a partir de hoy para instalar las cámaras de televisión y establecer una zona de seguridad. Antes del cierre, el reverendo Martin Hume pidió a los últimos turistas que lo acompañaran en un momento de reflexión y de rezo.
El guardia escocés Cameron Reilly ha pasado de trabajar en el palacio de Buckingham a la cola del paro después de haber dedicado en su perfil de Facebook una retaíla de insultos al príncipe Guillermo y a Kate Middleton, a quien llama «perra rica» y «vaca arrogante». «Ella y Guillermo pasaron el viernes frente a mí y todo lo que gané fue una seña mientras ella miraba hacia otro lado, vaca arrogante. ¿No soy lo suficientemente bueno para ellos? ¡Perra rica!». Así de sincero lo detalló el ya ex guardia real de 18 años. Reilly ya no vestirá más el mítico uniforme británico de color rojo y sombrero de piel de oso alargado. El guardia iba a ser uno de los encargados de velar por la seguridad de los príncipes, pero ahora verá la boda en televisión.
Fuente: www.lne.es
